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Introducción. "EL BOSQUE"

Necesito mantener mis ojos cerrado, siento un dolor muy intenso que recorre todo mi interior. Tengo miedo de ver a mi alrededor, siento como el frío me esta haciendo temblar cada   parte  de mi cuerpo. Recuerdo haber contado hasta tres para abrir mis ojos, los abrí tan grandes como los de una lechuza, tratando de observar lo que estaba en frente de mi pude darme cuenta que estaba en un bosque. Era oscuro y la neblina a penas me dejaba ver, no sé como llegué allí, estaba tan perdida. Mi vestido rosa pastel estaba manchado por tierra y por el verde de las plantas que me rodeaban. Mis zapatos blancos, eran de comunión, realmente los odio pero ¿dónde estan mis zapatos?.
Miré a la luna y no tenía que ser muy inteligente para darme cuenta que faltaba mucho para que amanezca.
No entendía porque estaba ahí, con que propósito, ni siquiera sabía como había terminado en ese lugar.
Empecé a buscar por todos lados una salida pero era inútil, comencé a correr. Corría tan fuerte como mis piernas me lo permitían.
-Mierda-cuando me quise dar cuenta estaba en el piso con mis rodillas envueltas en sangre, agregándole una mancha más a mi vestido.
-Auxilio-esos gritos aún me siguen en la noche cuando quiero dormir.-Auxilio por favor-
¿De dónde carajos venían esos gritos tan desesperados? Mis ojos se perdían entre los árboles mientras buscaba a alguien en peligro, lastimado, o lo que sea.
En cuanto pude comencé a correr otra vez pero tratando de ver el suelo para no volver a caer y esta vez quedar inconsciente.
Mis rodillas, me arden mis rodillas. 
Dejé de correr y empecé a caminar con un paso acelerado hasta que me topé con una casa en llamas.
Era un hogar envuelto en fuego, el camión de bomberos, ambulancias, policías, vecinos, era mucha gente.
Me acerqué para preguntar que estaba pasando, quién era la familia pero a penas comencé a hablar me di cuenta que no me oían, nadie me miraba.
No tenía zapatos, mi vestido arruinado y yo no existía.
-¡OLIVIA! Olivia, por favor, Olivia-escucho mi nombre a lo lejos, cada vez su voz se disminuye, casi no logro oirla.
-Olivia-otra vez, su voz suena desesperada pero cada vez con menos fuerza, estoy Buscando la voz, pero creo que me estoy alejando, tengo que dejar de correr.

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